Un Ferrari, regalo de los emiratos árabes al rey Juan Carlos, que sale a subasta. Setecientos sesenta y tres kilómetros que han bastado para que el coche tenga ligeros roces y un ligero pellizco en la rueda. Dos pequeños defectos que no han pasado desapercibidos para uno de los posibles compradores que ha hecho que se rebaje en cinco mil euros su precio final.