“Usted va a ser el primer presidente de Castilla – La Mancha que va a gobernar habiendo perdido las elecciones”, decía Cospedal a Emiliano García Page, un traspaso de poderes que él califica como frío, pero destacaba otro punto: “Lo cierto y verdad es que no tiene un trato fácil, a mí no me lo ha resultado, a lo largo de los cuatro años llama la atención que no se haya podido firmar un solo acuerdo”.