"No puedo expresar mis palabras lo que siento por vuestra pérdida. Esta es una situación esapontosa, lo que ha ocurrido no tiene nombre ni perdón", decía Roberto Gómez Morate, hermano del sospechoso por la muerte de Marina y Laura. Además, añadía que siempre han estado "a disposición de la policía" pero que no han querido exponerse porque han recibido amenazas.