Aunque Laura, antitaurina, no entiende que la tauromaquia aún se comprenda como una fiesta nacional, hay muchos defensores que lo ven como algo absolutamente normal, con lo que se han educado desde pequeños. De hecho, los encargados de embolar al toro piensan que, al correr en plaza, el toro se muscula y hacer ejercicio, como lo haría cualquier perro al salir a pasear.