Marcelo: "Conocí a una mujer que pertenece al Sahaja Yoga, con la cual tengo una hija, y empecé a vivir un infierno", asegura sobre esta organización. "Siguen una gurú, que para ellos es Dios, y el que no piensa como tal no encontró en esa vida el camino para estar en contacto con la divinidad", ha sentenciado. Además, su hoja nació en esta organización, lo que ha supuesto una pesadilla para él.