Jero García ha llevado a Alberto a un auténtico entrenamiento de lucha gallega. Con las llaves que ha sufrido en su propio cuerpo, Alberto ha sido capaz de sentir el agobio que su madre siente cada día cuando él la pone al límite con sus insultos y sus gritos. Jero García ha encontrado en la lucha gallega la forma perfecta para que el joven entienda el infierno que le está haciendo vivir a Conchi.