Era lo que Andrés más esperaba. Despedirse de su amigo fallecido ha cerrado un círculo en su vida. Sus padres no le dejaron ir al entierro en su momento y por ello Jero le ha llevado hasta el cementerio donde descansa el cuerpo sin vida de Álvaro para despedirse de él: “Le he dicho que no se me olvida”. Esto supone un paso de lo más importante en la vida de Andrés que le animará a cambiar de una vez por todas.