Lo de Carmen es increíble, a los 77 años decidió matricularse en la universidad y se licenció en periodismo a los 82 años. Decidió estudiar porque se encontraba sola, murió su marido y "tenía mucho tiempo que llenar", ha explicado, además era algo que siempre quiso hacer. Carmen se integró perfectamente en el mundo universitario, la invitaban a botellones, hizo amigos, fumaba en la facultad... y coincidió con sus dos nietos en la universidad.