Exponerse al mundo en redes puede generar un aluvión de comentarios. Es el caso de Donga, quien a sus 18 años ha visto cómo sus actualizaciones de Instagram se llenaban de comentarios relacionados con su sobrepeso. Ella lo tiene claro, no es ni gordita, ni está rellenita; ella está gorda. Y el resto le da igual. “Soy gorda y divina. Soy súper cañera y me veo bien”, dice.