Riglos se enamoró de lady Halcón en las ondas de radio. Se vieron varias veces en las reuniones que los radioaficionados hacían en cafeterías y bares y así ahondaron su amistad. Tanto, que empezaron a hablar en canales privados, se carteaban e incluso quedaban. Todo esto hizo que Riglos se ilusionara (y obsesionara) y pensara que ella podía dejar a su familia por él. Pero ella le paró los pies.