La pena es que la cita había empezado bien porque él fue cofundador del grupo musical Barón Rojo y ella es una amante del rock. Incluso, a Armando le había parecido bien que a ella le fuera el rollo “dominante” en la cama pero, a medida que avanzaba la cena, se ha ido dando cuenta de que su dominación se extendía también a otros campos de la vida. Al acabar la cena, Lucía le ha echado en cara que la hubiera invitado y se han ido cada uno por su lado.