La sierra de Cádiz es una de las zonas en la que más cazadores furtivos se concentran. Algunos lo hacen por placer y otros por necesidad, pero todos ellos se ahorran entre 600 y 6.000 euros, la cantidad que paga un cazador legal de forma anual. Cuando la Policía pilla a los furtivos no puede detenerlos, solo les pone una multa y les quita las armas en caso de no tengan licencia.