Carmen y María, unas españolas que viven en Londres, vieron en casa de su vecina una figura que en teoría era una virgen, pero si nos fijamos en su cara no lo parece. Esta figura tiene las cuencas de los ojos vacías, sin nariz, con la barbilla en forma de punta y con una sonrisa macabra. Se piensa que esta figura se ha podido utilizar en algún ritual de magia negra.