Las apariciones en España comenzaron con los videntes de Espejo, un pueblo alavés

El 30 de junio de 1931 una figura amenazante, portando una espada con sangre, fue vista por dos hermanos. La aparición se relacionó directamente con la virgen y se hizo enormemente popular. Durante ese mismo tiempo, ocurrió otro suceso que eclipsó a este: los visionarios de Espejo. Un niño de nueve años cuidaba del ganado cuidaba del ganado, cuando algo le llamó la atención, una figura que le observaba desde lo alto. Según el niño “le hablaba la virgen”. A partir de ahí, otros niños verían lo mismo. Después de 85 años, apenas hay nadie que recuerde estos hechos y el fin de las apariciones fue más violento de lo que pensamos.