Ocho niños y dos mujeres de La Pobla fueron asesinados en 1928 a manos de Josep Marimon, un joven del pueblo leridano que, desesperado por su tuberculosis, la emprende con todo aquel que se cruza en su camino. Los habitantes del pueblo aún recuerdan entre lágrimas la masacre que aniquiló a toda una generación de La Pobla.