"Si verdaderamente pasó, podría haberla desestabilizado. Pero eso, en el punto del impacto, a cuatrocientos kilómetros del estrecho de Bely, a mil de la frontera con Canadá y en esa época... Alaska era la zona más protegida de defensa aérea de todo el mundo. Por lo que allí no entra un avión a cuatrocientos kilómetros sin que haya sido interceptado previamente", ha asegurado Fernando Cámara.