En Rusia, en el año 2011, salta una noticia de un conocido historiador que tenía un secreto oculto en su casa. Desenterraba cuerpos de niñas de entre 3 y 12 años para convertirlos en muñecas. Su secreto fue descubierto por casualidad cuando la policía visitó su casa para preguntarle si sabía quién podría ser el profanador de tumbas.