La trama de amaños en el fútbol que alcanza a la mafia calabresa
Todo empezó con esta escandalosa goleada del segundo equipo del Barcelona a los eldenses. 12 tantos, uno detrás de otro, ante la mirada pasiva de estos jugadores, al parecer comprados.
Detrás de todo podría estar él, Nobile Capuani, el representante de la sociedad italiana que se hizo con el control del club. La Policía le ha detenido hoy, pero ante nuestras cámaras lo negaba todo.
Bajo sospecha también el entrenador, Filippo Vito. Detenido por ser supuestamente otra pieza clave en la trama de amaños.
Goles y más goles encajados que podrían haberles reportado a los jugadores comprados una suculenta cantidad de dinero.
Cheikh fue el primero en denunciarlo y en echarle valor. Un hombre inquebrantable al que los cabecillas debían conocer bien y nunca le propusieron dejarse ganar.
Los jugadores, citados hoy a declarar, se desmarcan del asunto.
Para muchos sus caras de desolación tras la insólita derrota eran puro teatro. Hoy lo niegan todo, pero para el presidente no hay excusas. Ayer le veíamos sin poder contener la emoción ni la vergüenza ante lo sucedido. Hoy ha confirmado la destitución de los inversores italianos, unos auténticos profesionales de la trampa que ya habían sido investigados por repetir la misma jugada en otros clubes. Colocaban a jugadores extranjeros que ejercían de cómplices y perdían partidos para ganar grandes cantidades en las apuestas. Las conexiones llegan hasta la mismísima mafia calabresa. Un auténtico argumento de película, una estafa a la italiana, que deja a un club y a una afición desolados.