Pide ayuda. Su hija Sandra padece lupus, una enfermedad contra la que su especialista le recomendó un tratamiento que, a esta joven, le ha dejado en coma cerebral. Lleva cuatro meses luchando por su vida. Ahora ha logrado que le operen de la fístula. Pero todavía le queda otra batalla: el tratamiento neuronal. Su familia no se rinde.