José es un niño valiente. Lo es desde que nació, hace siete años. Continúa sonriéndole a la vida a pesar de las dificultades. Porque al ser sordociego, no puede hablar ni oír.
Pero a pese de las limitaciones, el pequeño empieza a conectarse con el exterior y a la hora de comunicarse, avanzan aunque poco a poco. Toda una lección la que nos dan José y su familia.