Música contra la guerra
En la ciudad de la muerte, en la ciudad del olor a pólvora, en la ciudad del dolor se ha dado paso a la música. Los acordes de un violín, notas que no se escuchaban en Mosul desde hace tres años. Todo gracias al violinista Amin Mokdad que ha dado un sencillo, pero emotivo concierto en una mezquita bombardeada. Entre los escombros, ante el asombro de la gente, con una ciudad que se resiste a morir a sus pies.
"A la gente de Mosul siempre le ha gustado la música. Pero ahora tienen miedo por culpa del Estado Islámico. Ellos la han prohibido bajo la pena de muerte", nos explica Amin. Quizás por ello solo veinte personas acudieron a escucharle. Una de ellas, una niña pequeña que, por su edad, posiblemente no haya escuchado antes música en la calle.
"He querido venir para darle un mensaje al mundo: que la guerra no ha parado la vida en Mosul. Este concierto representa mi ciudad. Queremos ser felices y escuchar música", afirma sonriente una mujer.
Amin Mokdad decidió huir de su ciudad cuando le arrebataron sus instrumentos. Ahora, con su retorno ha devuelto la música a Mosul.