Mallorca muere de éxito
En Mallorca, hay empresas que llevan a jóvenes turistas a los rincones más desconocidos, a las calas más recónditas. Les venden un paraíso de diversión y libertad sin límites, de adrenalina... Una inmersión de felicidad. Y así, paraísos salvajes de arena blanca y aguas cristalinas, como Cala Marmols, se convierten en playas atestadas de turistas, que alteran la paz del lugar con su juerga y que después de la fiesta, dejan su rastro de basura.
Lugares antes tranquilos y desconocidos se han convertido en el spot que nadie se quiere perder. Y vemos cosas como una mujer lavándose el pelo con champú en el paraje natural de Torrent del Freu. A pesar de las críticas de los locales.
Es con lo que tienen que convivir: turistas maleducados, grúas que se comen las playas, monumentales atascos por toda la isla y escasez de agua que amenaza con cortes el próximo verano. Es la Mallorca de los records de visitantes, la Mallorca que muere de éxito. Un paraíso para los turistas que puede llegar a convertirse en un infierno para los residentes.