Conducir a 200 kilómetros por hora y grabarlo: una aventura que suele terminar en comisaría
Ha tenido la brillante idea de conducir a 200 km por hora, jugándose la vida y peor, poniendo en riesgo las de los demás. Después, se le ha ocurrido subir su dudosa hazaña a Internet. El resultado ha sido la denuncia de un ciudadano que ha terminado en su detención. Y este kamikaze puede darse con un canto en los dientes porque podría haber terminado mucho peor.
Quienes se la juegan y se graban no suelen tener buen final. Muchos terminan siendo localizados y detenidos, como el joven que emitió en directo, a través de Periscope, su temeridad.
Y en el peor de los casos, graban su propio accidente mortal. Es el resultado de conducir en sentido contrario, a toda velocidad, ebrio o una mezcla de las tres cosas y con la distracción extra de grabarse con el móvil.
Toda una combinación explosiva que tienen casi siempre un final anunciado.