Acudir a un curandero le costó la vida

La leucemia se cruzó en la vida de Mario. Comenzó un tratamiento convencional con quimioterapia y mejoró. Pero alguien le recomendó que se pusiera en manos del naturópata José Ramón Llorente. Usa la terapia ortomolecular, asegurando que cura con altas dosis de varias vitaminas. Mario lo creyó. Su padre, que nunca se fió, asegura que “este tipo le dijo que le curaría con métodos no agresivos. Mario cometió un error”.

A los pocos meses de dejar la quimioterapia, Mario falleció. Intentó volver a la medicina de siempre, pero ya era tarde. “Me dijo una semana antes de morirse: ‘papá, me he equivocado’”, asegura Julián.

Decidió denunciar el caso, alegando que Llorente convenció a su hijo para que dejara el tratamiento médico tradicional, lo que, según él, provocó su muerte. Ahora un juzgado de Valencia ha admitido la denuncia. Habrá juicio, al menos por intrusismo profesional, y el juez decidirá si este hombre tiene alguna responsabilidad.