Carlos, de 40 años, recibió hace año y medio dos llamadas en las que le querían hacer creer que tenían a su hijo. En la primera llamada "sólo se oía un niño llorando llamando a su padre", cuenta Carlos. En la segunda, el supuesto raptor le dijo que "tenía retenida a una persona". Intentaron hacerle pensar que era su hijo, pero Carlos no es padre, y aunque le hicieron dudar de si se trataba del hijo de alguien cercano, acudió a la policía.