Confiesa que los médicos han recibido órdenes de priorizar la asignación del tratamiento a los enfermos más graves. Asegura que el medicamento ha llegado tarde a España, pero “no hay ningún estudio que demuestre que un paciente que se hubiera tratado antes con Sovaldi no hubiera muerto". Además mantiene que “el Ministerio de Sanidad conocían la situación desde enero de 12014 pero no dimensionaron correctamente el problema hasta final de año”