Edurne Pasaban ha centrado la mayor parte de su vida en su gran pasión: la montaña. Allí, la deportista no solo encontró emociones inigualables, sino también amor: "En la montaña empecé una relación con Silvio, era el único lugar donde nos podíamos ver porque él estaba casado". A la pregunta de si es creyente, Edurne ha confesado que no, pero que cuando está en la montaña pide ayuda a los amigos que ha perdido por el camino subiendo cumbres.