La familia Merino depende del cambio de actitud de Marisol

Durante estos días de convivencia, los Shiwiar han enseñado a los hombres de la familia a utilizar una cerbatana y a matar una tortuga. Toda la familia se ha esforzado en la integración: Después de que el jefe de la tribu le pidiese que Carlos que intentase trepar un árbol, el cabecilla de los Merino se esforzó y consiguió su reto. También Cristina ha conseguido por fin hacer “chicha” sin llorar, ante el orgullo de las mujeres Shiwiar. La única con la que la tribu no está del todo contenta es con Marisol, que deberá cambiar su actitud si no quiere que las cosas se tuerzan para su familia.

Segunda valoración de los Shiwiar

Los Shiwiar están muy contentos con el paso tan importante que han dado los Merino en su adaptación. Han apartado gustosamente su ropa occidental para vestir como la tribu y así parecerse más a los Shiwiar. Aún así, necesitan más y, Yambia, el jefe de la tribu, se lo comunica en el consejo tribal.

Maikiua (Carlos), nos gusta que no te des por vencido y que hayas intentada trepar un árbol como un cazador.Maikiua (Carlos)

Ujukam (Victor), cuando llegaste te lo tomabas todo a broma, peor nos dimos cuenta de que eres alegre y aceptas nuestras costumbres.Ujukam (Victor),

Tarir (David), eres bueno con la cerbatana y pronto saldrás a cazar, pero te asustaste como una niña pequeña cuando destriparon a la tortuga.Tarir (David),

Sekut (Marisol), parecer buena persona y nos ayudas con las comidas, pero a veces nos confundes. Te quejas cuando vas a dormir, te quejas cuando te lavas, te quejas mucho.Sekut (Marisol),

Yaunt (Cristina), tu nueva actitud nos alegra, te has esforzado mucho y parecer una más de nosotras. Has conseguido no estropear la chicha con tus lágrimas. Eres un ejemplo.Yaunt (Cristina)

Los Shiwiar quieren que den un paso más en la adaptación y les proponen a la familia unas nuevas tareas. Los hombres deberán de participar en el ritual de la Guayusa para purificar su espíritu. Por su parte Cristina y Marisol deberán ir a la selva a buscar “yuca”, y aunque es un trabajo muy duro, los Shiwiar confían en ellas.